18 de febrero de 2011

LA PASIÓN

Que cada uno de nosotros encuentre su "pasión", lo que estaría dispuesto a hacer aún sin paga, a pesar de cansancio o inclemencias del tiempo, es encontrar el propósito de su vida. Los anhelos más profundos que evocan sensaciones de plenitud inclusive en la fisiología.

Desarrollar la actividad que pone en marcha las más elevadas cualidades en una persona es encontrar la fuente de la juventud y de la salud.

Cómo saberlo? cómo detectar el propósito de la vida de cada uno?
Hagamos evocación de la principal característica de los seres humanos: la capacidad de preguntarse "¿por qué?"

Muchas ocasiones, la solución a una circunstancia de conflicto no está en afirmar o argumentar sino en preguntar: ¿por qué?
Y más relevante y a un nivel mayor de conciencia, "¿para qué?"

Reflexiona acerca de las actividades que realizas cotidianamente. Pregunta ¿para qué? y busca una respuesta positiva al tiempo que haces contacto con tu cuerpo, colocando una mano sobre tu plexo solar y percibes los cambios que surjan en tu organismo. Cuando respondas y tengas una sensación de gran bienestar, no dudes, esa actividad es parte de tu propósito. Si la sensación que surge es de incomodidad entonces habrá que revisar cómo fue que llegaste a ese punto en tu vida.

Cuando una persona detecta el bienestar con entusiasmo podemos afirmar que encontró su PASIÓN, su escencia, su propósito en la vida, su motivo. No tiene nada que ver con otra persona o circunstancia que altera el orden de la sana convivencia; al contrario. Nuestro motivo principal en la vida, nuestra PASIÓN, nutre nuestra vida y la de quienes nos rodean. Nos lleva a un elevado nivel de conciencia y de alegría por la vida propia y el reconocimiento del valor de quienes nos rodean.
Quien no vive manifestando su escencia, su PASIÓN, difícilmente mantiene una postura positiva y proactiva en su día a día.

La amargura, el hastío, la falta de ambición son escrecencias de un impulso achatado por la costumbre, por la creencia limitante de conservar una imagen aprobada por una ideología superficial.

El autocuestionamiento, la gran pregunta ¿PARA QUÉ QUIERO VIVIR? puede ser la punta de lanza para desvelar la escencia auténtica de una persona que había creído erróneamente que la vida es áspera, oscura, amarga o conflictiva.

La vida es invitante, motivante, retadora de la manifestación más profunda y elevada de nuestra conciencia. Invita a dejar salir nuestros poderes basados en el AMOR y la INTELIGENCIA, las materias primas de la que todos, todos estamos hechos.

Indaga en tu interno, cuestiónate y encuentra la respuesta en el equilibrio sinérgico de tu bienestar integral CUERPO, MENTE Y ESPÍRITU. La vida sólo te pide que permitas la manifestación libre de tu verdadero SER. La Vida sólo espera que realices tu PASIÓN para completarse y recrearse. Tu PASIÓN es tu MISIÓN.

2 comentarios:

  1. La Vida está esperando tu manifestación más elevada!!!

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  2. Me parece excelente, escrito con profundidad y sencillez, toca el tema más importante de la vida, ¿para qué estoy aquí?.

    Atentamente

    Luis García Nájera

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